Ay pero como le dolía.
Cuando se la ponían.
Como gritaba y gemía.
Que gestos tan grotescos hacia.
Con que ansiedad ella esperaba esos días.
Se quejaba de que le dolía.
Pero le encantaba lo bien que le hacia.
Si era larga gemía y gritaba.
Si era corta no le importaba.
Mejor eso antes que nada.
Solo eso la curaba.
Por eso el tamaño no importaba.
Ni el dolor que la acompañaba.
No me puedo ni sentar decía.
Me duele mucho la nalga que agonía.
Pero al otro día otra vez se la ponían.
Como se quejaba esa señorita.
Como le dolía.
Cuando se la ponían.
Pero igual yo siempre le decía.
No importa que la aguja sea grande.
Tu salud es mas importante.
No te quejes del dolor le decía.
Porque una inyección puede salvarte la vida.
Les dejo ademas algunos de los comentarios más ingeniosos que me dejaron en el foro de poetas donde lo subí ayer:
GAVASE: jaja, gracias campeón, jaja, que bueno.
El tamaño nunca importasino lo que la inyección aporta...jaja. Un abrazo.
EL PRINCIPE NEGRO (mi maestro en ese foro): Vaya, vaya ... caballero,
anda con ínfulas de enfermero
y al doctor se le arrima
quién le festeja su rima
use con maestría la torunda
y elija una aguja delgada
no le dé el novio una tunda
y nos cargo la china hada.
Abrazo señorito.
anda con ínfulas de enfermero
y al doctor se le arrima
quién le festeja su rima
use con maestría la torunda
y elija una aguja delgada
no le dé el novio una tunda
y nos cargo la china hada.
Abrazo señorito.
JULIA (administradora y creadora del foro):
Uy, mientras la leía ya pensaba en moverla a adultos... hasta que leí lo de la jeringuilla.
Muy ingeniosa.
Un saludo
Muy ingeniosa.
Un saludo
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