Queridos
lectores, en primer lugar quiero decirles que estoy muy feliz de volver a
publicar un nuevo desvelado después de tanto tiempo. Pasaron casi 4 años desde
la última vez y créanme que los extrañe muchísimo, no se imaginan cuánto. Es súper
especial para mi sumar un nuevo miembro a la familia y espero que al igual que
los demás, sea tratado con el mismo aprecio y amor que siempre les han dado. Les
agradezco infinitamente porque cada visita, cada comentario, cada like y cada
muestra de apoyo de su parte al blog; son como caricias al alma para mí, y
siempre les estaré eternamente agradecido por eso. A todos los que estén leyendo
les mando un abrazo enorme y les deseo lo mejor, que todos sus sueños se hagan
realidad y que tengan muchos éxitos y bendiciones en cada uno de los proyectos
que se propongan a realizar en su vida. Y ahora sin más preámbulo les cuento
sobre que trata el poema de hoy:
El día de
hoy publicaré un poema de amor en prosa, un relato muy tierno y apasionante de
una historia con la que sé que muchos se sentirán identificados. Este poema lo
he escrito junto a una hermosa escritora y compañera de la facultad, pero sobre
todo maravillosa persona que ha estado siempre que la necesite y ha cambiado mi
forma de verme a mí mismo y mi forma de ver la vida. Su nombre es Mara Belén
Ramos. Recuérdenlo bien, porque algún día muchos querrán un autógrafo y una
foto con ella, así que aprovechen ahora que aún no ha explotado del todo su
talento para poder presumir más adelante que pudieron conocerla.
Espero
que disfruten del poema:
En vos, Se alinea nuevamente mi
universo, al pensar en ti, se inspiran, cada uno de mis versos.
Tus caricias, mimos y abrazos, como
huellas han quedado en mi piel, y aquellos sublimes besos tan dulces como la
miel, todo esto hoy me sabe, tan amargo como una hiel.
Me caen por sorpresa permanentemente,
los recuerdos de aquel amor siguen intactos en mi mente. Como
agua helada bajándome por la columna, se sintió verte partir aquella noche bajo
la luna. Por culpa de tu cobardía, por temor al fracaso, renunciaste a todo
aquel día, dejando mi corazón en la agonía.
Probablemente no quieres leerme, quizás
por miedo a que te duela. A veces las cosas pasan sin que uno las pidiera. Pasa
el frío, el calor, el verano, el otoño y la primavera, pasaron nuestras
promesas, sueños y amor aunque claramente no quisiera. Pero no te preocupes
cariño, porque todo se supera.
Recuerdo la estación tercera,
adorabas septiembre a tu manera. Te encantaba ver como todo florecía, sé que
nunca lo admitía, pero al igual que tú, disfrutaba mucho aquellos días.
Disfrutaba tus caprichos y tus mambos, tus locuras quinceañeras. Aunque al
pensarlo la verdad, eras maduro para tu edad.
Como olvidar el resplandor, de este
loco, loco amor; mi primer amor. Aquel que se vive una sola vez, y te hace
perder toda lucidez, aquel que un descuido, penetro completamente mis sentidos;
y sin dudarlo en un segundo, te convertiste en el centro de mi mundo.
Fue lindo hasta chocarme con la
realidad, esas lágrimas tiernas cuando me dijiste con piedad: “espero que te
amen con esta misma intensidad”. Agradezco de verdad, la valentía de tu ser,
pues te animaste a romper, aquello que yo misma no pude hacer, y con el tiempo
comprender, que esos pedacitos se podían rehacer.
Fueron una obra de arte, los
cristales de tus ojos, que reflejaban a su antojo, los signos vitales de aquel
alma: “fuerte y débil a la vez”. Debería hacerte un monumento, por quemarme en
el infierno y presentarme el firmamento, todo junto al mismo tiempo.
Si me vieras ahora, derrochando
lágrimas a toda hora, dándolo todo por una causa perdida, comprenderías que
fuiste, el verdadero amor de mi vida. Nunca habrá otro como el primero, tan
sano, puro y tan sincero.
Tal vez tú también sufriste, como
sufrí yo tu partida, tal vez tú también pensaste: “que poco duro nuestra
alegría”. Las cosas pasan por algo, llámalo destino o tal vez vida.
A veces es tan corto el amor y tan
largo el olvido, pero no te guardo rencor; atesoro con ternura lo vivido:
Fue hermoso poder amarte, cada noche
soñarte, y lo mejor del paisaje regalarte, para poder enamorarte. Fue bello
bajar juntos el cielo, y exigir nuestros anhelos, a aquella vida egoísta que de
nosotros sintió celos. Quisiera retener esos momentos y congelarlos como hielo.
Pero esa misma vida me ha enseñado, que el camino no es recto sino enredado.
“Todo pasa por algo” dice la gente, y
yo te digo simplemente, que seas feliz, como aquel día en ese puente, en el que
tu sonrisa volteó mi mundo. Sin decir nada, con la mirada, penetraste mi ser
hasta en lo más profundo. Y sin decírtelo internamente, supe que recordaría
aquél día hasta la muerte.
Que la vida no te viva, mejor vívela
primero. Se feliz y conquista, con tu sonrisa al mundo entero, y no te olvides
de mí; pues por si acaso yo te espero.
Las heridas cicatrizan, se cauterizan
con medicina; y nuestro amor de las cenizas, podría recobrar su adrenalina.
Quizás lo quiera el destino, a veces
bondadoso y a veces tan ladino.O
quizás, tal vez quiera; que solo
seas mi amigo, y aun así yo lo bendigo; porque aunque de este amor hoy me desligo, fue un placer coincidir en esta vida contigo.
seas mi amigo, y aun así yo lo bendigo; porque aunque de este amor hoy me desligo, fue un placer coincidir en esta vida contigo.
Espero que el poema les haya gustado,
les pido que me apoyen dando like y comentando en mi página de Facebook, a la
cual podrán acceder dando click aca. Mil gracias Belen por escribir este poema
conmigo y mil gracias Fiama y Estefi por motivarme a volver.
2 comentarios:
Fugaz la vida, fugaces encuentros y así, cómo tocan!! con su cara buena y su cara no tanto... Aunque en situaciones diferentes, tu texto y el mío tocan puntos muy similares...
Gracias por compartirlo y por la invitación a colaborar ¿Cómo le hacemos?
Abrazo!
NUEVE;
Es incomparable lo que tu escribes , eres un PROFESIONAL, he quedado enamorada con ese poema .
Yo soy solo " la pequeña saltamonte" - la aprendiz.
Seguiré tu Blog.
Un abrazo
Publicar un comentario